Las Colinas Huecas


El hogar tradicional de las hadas son las antiguas obras de tierra, como las fortalezas y los túmulos. La palabra hada, en gaélico, es Sidhe (Shee), que quiere decir gente de las colinas. Por las noches, las colinas de las hadas aparecen encendidas, con miriadas de lucecillas centelleantes. Hay veces que la colina acaso se eleve sobre unos pilares, para mostrar las luces brillantes de las hadas, que paulativamente avanzan en procesión hacia otros cerros. La época tradicional en que esto sucede es la fiesta de la Cosecha (el 7 de agosto). Sin embargo, la época en que los montañeses, la gente más temida entre los habitantes de la isla de Man, cambian de morada es el día de Todos los Santos (el 1 de noviembre).

Decididamente, no se recomienda a los intrusos que invadan estos cerros de las hadas, ni ningún otro habitat suyo. Pero nada hay que decir de una observación discreta, y hasta es posible que un amigable espectador se vea recompensado. Sin embargo, si las hadas parecen reacias a salir de su colina, puede descubrirse la entrada dando nueve vueltas en torno al cerro, con luna llena. Así quedará revelada la entrada. Quienes no tengan valor suficiente para penetrar realmente en la morada de las hadas, si pegan el oído al suelo tal vez se vean recompensados con los ruidos de sus algazaras.

Además de emplearlas como vivienda, las colinas son escondites para guardar oro, y también hacen las veces con frecuencia de camposantos.

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